Posts etiquetados ‘Geirangerfjorden’

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(CONTINUACIÓN…)

«Nos vamos a comer el mundo, eso fue lo que dijimos
No que sólo notaríamos el hambre
Porque sé vivir con cobre pero no vivir sin sueños
Ni con esta colección de nombres por más que me empeño…»

Cantábamos entre susurros, sonrientes, mientras conducía velozmente el viejo aunque bien conservado Opel Astra del dos-mil de Isa, por la carretera regional número quince que atravesaba parte de Sogn og Fjordane, concretamente por Stårheim y Nordfjordeid. Mi abulense predilecta, que había finalizado su último turno en Kulatoppen Omsorgssenter, descansaba en el asiento del copiloto, aún agotada debido a la jornada laboral pero entusiasmada -por el viaje en sí- y terriblemente emocionada -debido a la despedida y a los presentes regalados por sus compañeros de trabajo en su último día- por igual; sus ojos, aún vidriosos no podían esconder mayor alegría, mucho menos su sonrisa.

El vehículo avanzaba sin pausa entre el bosque y la sinuosa carretera mientras el traqueteo de las mochilas en el maletero y la voz de Juancho Marqués junto con la nuestra, ambientaban el interior del coche.

«….HE VUELTO A CAMBIAR
POR ESTAR DONDE QUIERO ESTAR
SÓLO QUISE VOLAR
ABANDONAR LA CIUDAD

YA NO VOLVERÉ A CALLARME
A DEJAR DE LEVANTARME, A BUSCARTE
¿NOS VAMOS PALANTE’ O QUÉ?
¿VAMOS PARRIBA’ O QUÉ?….»

Gritábamos mientras el estribillo entraba en escena, esbozando sonrisas y miradas de complicidad mientras el ocaso bañaba el paisaje y los últimos rayos de sol se escondían en el horizonte. Finalmente, tras unas horas de conducción, llegamos a Lote, donde debíamos tomar el transbordador que cruzaría el fiordo de Innvik hasta llegar a Anda y proseguir con nuestro recorrido. Ni más ni menos, un recorrido de trescientos kilómetros que nos obligaba a pernoctar en algún lugar de Hordaland y proseguir al día siguiente.

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Casualidad
nombre femenino
  1. Causa o fuerza a la que supuestamente se deben los hechos y circunstancias imprevistos, especialmente la coincidencia de dos sucesos.
    «la casualidad quiso que me reencontrara con ella en una cafetería de París; por casualidad entró en una escuela de arte dramático, aunque no quería ser actriz; ¿es usted por casualidad mecánico?»
  2. Suceso casual.
    «un portavoz del sindicato calificó el incidente como una auténtica casualidad, totalmente fortuita; ¡qué casualidad, mi hijo también nació el 13 de abril!»

 

Y esta, amigos, míos, es la definición común de la palabra «casualidad», término con el que abro hoy el post. Probablemente más de uno iniciará la lectura, extrañado, pensando en qué peculiar sustancia habrá consumido este barcelonés que en sus ratos de ocio escribe esta página: No os faltará razón, a veces se me va la cabeza muchísimo, es lo que tiene vivir durante cuatro años en un país cuyos inviernos son largos y oscuros, aunque bien es cierto que estamos a las puertas del verano y la oscuridad precisamente no está haciendo gala de presencia en estos momentos, así que, no es el caso, podéis estar tranquilos; pospondré mis ratos de locura transitoria para futuros y jugosos posts.

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