Hoy, 23 de junio, cumple años una persona muy importante para mí. Es la persona que veo reflejada en el espejo cada vez que me miro en él, cada vez más a cada año que pasa. Mi referente a seguir. Esa persona que durante años me ha enseñado a caminar por la vida, ilustrándome con sus consejos (o reflexiones en voz alta, según él, ya que no le gusta dar consejos) y sabiduría que solo la edad y la experiencia puede otorgar. Hoy cumple 60 primaveras mi padre, Juan.
Es un día duro, difícil, cargado de sensaciones y sentimientos, pues sigo feliz en mi nueva tierra, pero el no poder estar en Barcelona con los míos, celebrando este día tan especial, riéndome con mi padre (y quizás instigándolo a que sople 60 velas y comprobar si aún conserva fuelle suficiente para apagarlas todas), con mi madre, mi hermano, mis dos abuelas y con mis tíos, me produce un sentimiento de nostalgia que solo sería apaciguada si pudiera coger un vuelo rápido a Barcelona y volver a Steinkjer ese mismo día. Además, hay celebración doble, puesto que mi padre y mi hermano son Juanes y mañana es su santo también, así que, ¡muchas felicidades a los dos!