Su astucia era la del lobo, una astucia salvaje; su inteligencia, la inteligencia del pastor escocés y el san bernardo; y esta conjunción, añadida a la experiencia adquirida en la más feroz de las escuelas, lo convertían en una criatura tan formidable como las que habitaban la selva.«
Jack London: La llamada de la selva» (1903)
Para aquel que ha sentido el silencio que proporciona el basto paisaje moviéndose apresuradamente a su alrededor mientras el viento acaricia el rostro y el terreno crepita bajo los pies, solo hay algo comparable a montar una Harley Davidson por la carretera hacia el ocaso y eso es, mis lectores, conducir un trineo arrastrado por fuertes y veloces perros por la extensa tundra salpicada de arboles.
Y eso es lo que hicimos, aprovechando la visita de Alba -una buena amiga de Isa- a la pequeña ciudad de Elverum. Contactamos con Mountain King’s Sledehundkennel, una empresa dedicada a realizar este tipo de tours, ubicada a setenta kilómetros de Elverum y a tres del centro de Trysil, lugar donde se encuentra la mayor estación de esquí de los países escandinavos.